27.11.07

Se acaba el petróleo


Es tiempo de ponerse a pensar. Y planear algo, porque siete años son muy, muy pocos.



Petrodólares para menos de siete años: Pemex

Pedro Díaz G.

¿Que el petróleo que se extrae de los pozos mexicanos y se vende a los países consumidores sólo alcanza para, más menos que más, siete años?

Suena a catástrofe financiera. El dato lo reveló Pemex en un informe al mercado de valores de Estados Unidos: las reservas probadas de petróleo crudo se agotarán antes de siete años, de mantenerse el actual ritmo de extracción.

Por desgracia no se trata, esta vez, de aquella “feroz embestida mediática” para privatizar la empresa que el gobierno de Fox intentó dibujar y de la que daban cuenta legisladores priístas y perredistas, con el argumento de que si se está al borde de la quiebra, el único remedio sería abrir Pemex a la inversión extranjera, es decir, privatizarla.

No. En las últimas semanas, sólo malas cuentas a los mexicanos: en seis meses cayó 9% el ingreso de divisas por exportaciones y subieron 20% pagos por importaciones, lo que originó una pérdida semestral de 3 mil millones de dólares en ingresos.

La balanza comercial de Pemex registró un superávit de 11 mil 271 millones de dólares en el primer semestre de este año, pero el saldo favorable en la disponibilidad de divisas fue menor en más de 3 mil millones de dólares, 21.1 por ciento, al del mismo periodo en 2006.

¿Qué sucederá si se terminan las reservas petrolíferas?

Sólo en el pasado junio salieron del país mil 564 millones de dólares por la importación de gasolinas, un monto histórico que significó un incremento de 70.5 por ciento respecto a las compras externas del energético realizadas en junio de 2006.

Es tal cantidad la que se ha dejado de percibir, que de mantenerse este nivel de importaciones, solamente con lo que se eroga en dos meses se podría financiar la construcción de una refinería con un costo aproximado de 3 mil millones de dólares.

Las cifras son frías y estremecedoras. El consumo ha llegado a niveles históricos y la avalancha financiera que vendría pondría a este país como una de las naciones más vulnerables, porque hoy en el mundo industrializado nadie es nada sin petróleo.

En los últimos seis meses el volumen de importación de gasolinas subió a niveles máximos históricos: 293 mil 900 barriles diarios, en promedio; 67 mil 600 barriles más que la media alcanzada en los primeros seis meses de 2006, cuando se importaron 226 mil 300 barriles del combustible al día.

Lo peor: expertos de la firma consultora PFC Energy, con sede en Washington, señalan que en materia de inversiones para exploración, “Pemex va contra reloj”.

El panorama ennegrece al hablar de posibles soluciones: aunque en este momento se hicieran inversiones cuantiosas, los nuevos yacimientos tardarían entre 6 y 8 años en madurar, lo que supone un escenario en el que México podría, por primera vez, importar crudo para satisfacer al mercado interno.

Nunca ha sucedido en el país, pero la cuenta regresiva ha comenzado. El destino alcanzó ya a este territorio, otrora rico en yacimientos, llamado Estados Unidos Mexicanos.

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