Basquetbol en caída libre

Por Pedro Díaz G.

¿Cómo entender lo que sucede en el basquetbol de México?

Asuntos judiciales pendientes.

Otra generación sin trascendencia.

Séptimo lugar en el Premundial de Puerto Rico: sólo dos triunfos.

Una derrota, ¡ante Canadá!, por 55 puntos de diferencia.

Treinta y cinco años sin asistir a un campeonato Mundial.

En 2011 se celebrarán los Panamericanos de Guadalajara.

Y para colmo: los jugadores nacionales, como Eduardo Nájera, se niegan a representar a su selección nacional.

Diez, convocados por el entrenador Arturo “Mano Santa” Guerrero, se negaron.

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--En mis tiempos –evoca Arturo Guerrero— regresar de un Campeonato Panamericano con un cuarto lugar, era un fracaso. Hoy eso es lo que anhelamos.

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El baloncesto es algo común en casi todas escuelas, colonias o municipios de nuestro país. Son pocas las entidades que no cuentan con una cancha de básquetbol o al menos con un pedazo de suelo dibujado, un tablero y su aro.

¿Qué sucede, entonces?

Uno de los principales factores es el manejo que se le ha dado a la Federación Mexicana de Básquetbol (FMB) -antes de Baloncesto -, por parte de Jorge Toussaint. Un empresario que se apoderó de dicha organización y que ha generado un sinfín de problemas internos; a tal grado que se tuvieron que crear asociaciones independientes para fomentar el deporte, como la precedida por Arturo “Mano Santa” Guerrero; la denominada Alianza Nacional de Basquetbol (ANB) y su Circuito Mexicano de Basquetbol (CIMEBA).

Por desgracia, este Circuito, surgido bajo el auspicio de la ANB, y con sólo ocho equipos inscritos la última temporada, no tuvo la suficiente promoción y durante los años ha ido y venido sin gran relevancia, y si con muchos problemas frente a la Federación.

Durante años, el máximo regente del basquetbol mundial, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), que tiene como reglamento sólo reconocer a una organización y una liga por país, otorgó su visto bueno a Toussaint y su empresa. Este, por su interés en el negocio y no en el deporte, nunca generó una liga de nivel respetable o con la suficiente infraestructura.

Resultado: un sin fin de fracasos a nuestro baloncesto.

Los Mundiales y Juegos Olímpicos se borraron del mapa y se desperdició una generación desarrollada en las Universidades de los Estados Unidos, con jugadores que militan o militaron en la NBA.

En marzo de 2000, personas como Modesto Robledo Robledo dieron vida a la Liga Nacional de Basquetbol Profesional (LNBP): un naciente torneo que en su principio parecía tener el mismo destino de otros tantos, pero que con el paso de los años ha demostrado un futuro brillante.

Dicha liga se inauguró en Durango. En ese momento sólo contaba con 11 equipos que representaban a seis estados y 11 ciudades. Con el paso de las campañas, y la esperanza de una verdadera profesionalización, se fueron anexando entidades. Ahora, ocho años después los conjuntos son 24, cada uno representando una sede en particular.

Uno de los retos al iniciar esta liga fue desligarse de los problemas con la FMB y su dirigente. Además de alentar a los gobiernos de los estados para impulsar el deporte con instalaciones de primer nivel y prestaciones económicas que sostuvieran a los equipos.

Modesto Robledo, Presidente de la LNBP comenzó una Comisión Especial de Trabajo en Baloncesto en México o Comisión Reestructuradora, con el fin de reestablecer el orden perdido en la Federación y resolver los problemas generados por las décadas de control de Jorge Toussaint.

El primer paso se dio con la llegada de Alberto García a la FIBA Américas. Este personaje, junto con el dominicano Julio Subero, Presidente de dicha organización quitaron el permiso otorgado al empresario Toussaint como organismo rector del baloncesto en el país, y se lo dieron a Modesto Robledo y su Liga Nacional de Basquetbol Profesional.

En diciembre del año pasado se desconoció a Toussaint de manera oficial como líder del baloncesto mexicano, a petición de instituciones ya mencionadas y de otras como la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.

Y si bien, no todo está resuelto por los diversos amparos impuestos por el empresario, la Federación parece que caerá dentro de poco a nuevas manos. Unas que, ojalá cometan menos errores, trabajen honradamente y retomen el paso.

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5 de septiembre:

Triunfo:

La selección mexicana se despide del Premundial venciendo a Panamá 74-67, en lo que fue el último encuentro de Horacio Llamas, quien se retira del conjunto tricolor.

Ni así abandona el sótano del grupo de ocho equipos involucrados en cuartos de final, tras perder ante Brasil, Argentina y República Dominicana.

Terminan las aspiraciones de México de participar en el Mundial de Estambul, Turquía.

Este fue el último partido de Horacio Llamas, quien jugó por más de 16 años con el equipo nacional, haciendo su debut en 1993 en el torneo de América Central y del Caribe en Ponce, Puerto Rico.

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Arturo Guerrero, entrenador del seleccionado mexicano, está conciente de que han llegado los tiempos para hacer cambios. Lo vivido en Puerto Rico abre las puertas a una verdadera evolución del deporte.

“Hay que hacer el cambio de generación, pero también trabajar el aspecto sicológico con los muchachos”, dice Guerrero.

Revela el entrenador que, además de la insolencia de ciertos jugadores que no asistieron a pesar de haber sido invitados a la selección, como Eduardo Nájera, los muchachos vivieron un estado anímico imposible de levantar.

“Yo trataba de meterles confianza, de entender cómo era posible que en ciertos partidos tuviesen errores tan graves, tan fuera de lugar. Pero la razón es que ellos viven una sicosis por la derrota. Vienen de una mala etapa del basquetbol mexicano y no logran mantener un buen nivel mental, tan importante en la cancha. Le tenían miedo al éxito. Le tienen miedo a triunfar, a ganar y eso es precisamente lo que debemos componer”.

La decepción parece no tener fin.

Modesto Robledo, presidente de la Asociación Mexicana de Basquetbol (Ademeba), órgano con el respaldo de FIBA Mundo, dice que los nuevos procesos deben empezar con la renovación y el fortalecimiento del baloncesto universitario.

“Esta generación compitió en muchos torneos y no nos alcanzó. Hay que buscar jugadores que nos permitan estar en la competencia internacional. Y dar gracias a la generación de Horacio Llamas y otros jugadores, que dieron lo que tenían, pero desgraciadamente no nos alcanza y hay que comenzar con la renovación”.

En Puerto Rico sólo dos triunfos.

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La judicialización que arrancó en 2003 por los derechos para regir a este deporte aún no tiene un final.

Todo indica que antes de que termine el año, Jorge Toussaint será desligado completamente del basquetbol del país por una orden judicial, asegura Alonso Pérez, titular de la Confederación Deportiva Mexicana, quien agrega que el ex dirigente podría hasta pisar la cárcel, aunque luego salga bajo fianza, por usurpación de funciones, pues se sigue ostentando como presidente de la federación mexicana de la especialidad.

Boca muy grande tiene Alonso Pérez, pero ni así se engulle así mismo: fue para él, precisamente, la encomienda de enderezar el rumbo del basquetbol, y nada hizo sino sumergirse en sus muy conocidos excesos.

Y el basquetbol, por supuesto, en caída libre.

Si de responsables se trata, el nombre de Alonso Pérez no queda muy limpio en esta historia.

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Tras lo vivido en el Premundial, me queda la conclusión de que se debe viajar con más preparación, más tiempo.

Pero sobre todo que asistan todos los jugadores convocados.

De acuerdo con la lista de preseleccionados que yo presenté –afirma Arturo Guerrero-- diez jugadores no se presentaron.
Otra: los muchachos vienen de una etapa muy negativa y lógicamente traen una sicosis muy fuerte hacia perder.

Hacia no tener la confianza, la determinación en los momentos difíciles; cuando se requiere una mentalidad fuerte.

Tuvimos buenos momentos.

Con Puerto Rico, por ejemplo: un magnifico primer tiempo. Pero el equipo cayó en errores como forzar tiros, errores fuera de lo normal, del ir dejando atrás todo lo que técnicamente tenemos establecido.

Y con Uruguay, la gran oportunidad.

Los paramos en 54 puntos, pero la producción de los nuestros fue sumamente baja: 22 por ciento de aprovechamiento. Con esas cifras un equipo jamás puede soñar siquiera en al victoria. Nunca.

Ese fue un encuentro trascendental, con Uruguay. Podíamos ponernos 2-2 en el grupo y pasar a la siguiente fase con reales posibilidades.

Pero no. Y no fue sólo culpa de lo no realizado.

La competencia fue tan cerrada que varios equipos se quedaron atrás. Los únicos que pasaron directamente fueron Puerto Rico y Brasil.

Los demás, equipos empatados a la siguiente ronda.

Ya en el otro grupo, se vio que el equipo puede estar en una batalla muy fuerte, muy cerrada.

Pero no hay la suficiente madurez emocional en ciertos momentos para lograr la victoria.

Allí estuvimos. Con Brasil, pelando. Con Argentina, parejitos. Con Dominicana, batallando.

Y qué tal ese juego ante Canadá: nos ganaron por 55 puntos.

Fue muy extraño.

El encuentro se abrió en los primeros seis, siete minutos, un juego muy raro, empezamos ganando. Pensé que tendríamos un muy buen desempeño, pero caímos en un desacierto y errores frecuentes que nos llevaron a una desventaja de 13 ó 14 puntos en el primer cuarto.

De esa ya nadie se levanta.

Canadá tomó confianza.

Anotó el 58 por ciento de sus tiros de tres.

¡21 canastas de tres!

Por supuesto: los muchachos se desplomaron.

Pero de verdad, estoy contento por el trabajo defensivo.

Lo que necesitamos es mentalizar a la selección. Y que todos cumplan.

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Canadá venció por 55 puntos de diferencia a la escuadra mexicana.

Arturo Guerrero, él solito, los anotaba en un mal partido.

“Mano Santa” posee el récord de puntos en un Panamericano. 62

Y en un Centroamericano: 77.

Ahí nomás. Para la posteridad.