22.6.13

Guía práctica para entender las protestas en Brasil

Lejos de la pasión por el balón, lo que les convocó fue el descontento. Las protestas muy pronto subieron de tono, al ritmo de los flashazos y las portadas en los diarios del mundo CIUDAD DE MÉXICO, 21 de junio.- Aprovechando la presencia de los medios de comunicación internacionales debido a la Copa Confederaciones de Futbol, la población brasileña se fue acercando de a poco, primero, y en grandes multitudes, más tarde, a los estadios de futbol. Lejos de la pasión por el balón, lo que les convocó fue el descontento. Las protestas muy pronto subieron de tono, al ritmo de los flashazos y las portadas en los diarios del mundo. Brasil ahora es el escenario de una serie de protestas ciudadanas, que en un primer momento mostraron su malestar contra el incremento a precio del transporte público, pero que ahora han servido para visibilizar otras demandas sociales. Salud, vivienda, seguridad social... Aunque todo, señalan los análisis, se debe a la precupación de los habitantes de Brasil por los excesivos gastos que el gobierno linvierte para la organización del Mundial de Futbol en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro. Miles de millones de reales. Las protestas sociales en Brasil, las más numerosas desde 1992, se multiplicaron en las principales ciudades del país, hasta llegar a cien. Estas son algunas de las claves para entender por qué se dan las manifestaciones brasileñas. 1. ¿Qué desató las protestas? Las manifestaciones empezaron como una reacción al aumento del precio de autobús, metro y tren, dispuesto a inicios de junio, de 3 reales (1.40 dólares) a 3.20 (1.50 dólares). Pero a medida de que se desarrollaron las protestas, un nuevo incentivo surgió para que muchos brasileños salieran a las calles: las tácticas policiales para frenarlas. En Sao Paulo, testigos aseguraron ver a la policía disparando balas de goma a manifestantes pacíficos. Muchos funcionarios --dijeron los testigos-- ocultaron sus identificaciones para evitar que sus nombres fueran vistos. Más de cien personas resultaron heridas y 190 fueron detenidas. Situaciones similares se vieron en Belo Horizonte y Porto Alegre, donde el uso de balas de goma y gases lacrimógenos fue un hecho recurrente. Según analistas, los enfrentamientos muestran un desconcierto de las autoridades brasileñas para lidiar con protestas callejeras atípicas en este país y exponen una herencia que la policía arrastra desde la dictadura. Sin embargo, las autoridades negaron un desempeño erróneo por parte de sus agentes y prometieron que investigarían las denuncias de exceso policial. 2.- ¿Sorpresa? Sí, los tomaron por sorpresa Las protestas fueron, como ha sucedido con los recientes movimientos sociales en el mundo, detonadas y organizadsas gracias a las redes sociales. Es conocido que muchos países ejercen control sobre lo que se publica en Internet, pero en esta ocasión las fuerzas de inteligencia del gobierno de la presidenta Dilma Roussef, fueron sorprendidas fuera de base, pues enfocaban sus investigaciones a que todo saliera bien en torno a la organización y recepción de los participantes en el torneo de futbol internacional. Movilizar y dar seguridad a los visitantes fue prioritario. Las redes sociales como Twitter y Facebook una vez más hicieron lo suyo: informar y unir a sus usuarios. 3. ¿Es sólo el aumento del pasaje lo que ha generado este descontento? No. El incremento del pasaje solo encendió la chispa y expertos apuntan a la insatisfacción de los jóvenes con el gobierno y con las condiciones de vida en las grandes ciudades. Es por ello que los altos costos de organizar la Copa Confederaciones y el Mundial 2014 son cuestionados, ya que señalan que se necesitan mayores inversiones en educación y salud. En tanto, Gary Duffy, editor de BBC en Brasil, señaló que la corrupción política también está presente en la agenda de los movilizados. “Algunos políticos son acusados de otorgarse salarios altos y nombrar a familiares en puestos de trabajo inexistentes en la capital”, indicó el periodista. 4. ¿Quién está detrás? La primeras protestas fueron convocadas por la organización Movimiento Pase Libre (MPL), una agrupación de base estudiantil que promueve políticas de transporte público gratuito de carácter masivo. Ese grupo se convirtió en el principal impulsor de las manifestaciones que se extendieron por Sao Paulo y por varias ciudades de Brasil. A los grupos de jóvenes se ha unido el movimiento Copa Pra Quem? (¿Copa para quién?), que protesta por el alto costo de la celebración del torneo y las repercusiones de las obras en construcción en el terreno sobre las comunidades. Alberto Almeida, experto en opinión pública del Instituto Análise, en Sao Paulo, señala que las protestas son impulsadas por “radicales de izquierda” que buscan explotar políticamente el descontento por los precios del transporte urbano. 5. ¿Cómo ha reaccionado el gobierno? La presidente Dilma Rousseff, quien fue abucheada en la inauguración de la Copa de Confederaciones el sábado, dijo que las protestas son “legítimas” y que forman parte de la democracia. Pero expertos aseguran que el liderazgo político no veía venir el surgimiento de un fenómeno social que cada semana cobra más fuerza. “Perplejos y con un paso atrás, tienen que decidir cómo responder en un país que está en el centro de la atención internacional”, indica Duffy. Dos encuestas realizadas la semana pasada mostraron caídas en los niveles de aprobación al gobierno. El descenso fue de ocho puntos en uno de esos sondeos, realizado por Datafolha: de 64% de aprobación en marzo a 57% en junio. Es la primera vez que la firma registra una caída de popularidad de Rousseff desde que comenzó su gobierno en 2011. 6. ¿Por qué en Brasil? En los últimos años los titulares sobre Brasil reflejan un país que quiere mostrarse como una potencia agrícola y en el que millones de personas han sido sacadas de la pobreza. “Es un país que está aprovechando la oportunidad de destacarse en el ámbito internacional”. Brasil es una de las principales economías del mundo y es integrante -junto a Rusia, India, China y Sudáfrica- de los BRICS, las naciones emergentes más poderosas del mundo. Pero para muchos brasileños, el aumento de las expectativas económicas no tiene ninguna relación con los resultados reales. Pese a las mejoras de infraestructura en algunas ciudades, la delincuencia continúa siendo un grave problema. 7.- ¿El divorcio social, tan temido, llegó? Sí. Paulo Henrique Martins, presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología, dijo que en estas protestas "es importante señalar en divorcio entre los partidos políticos y movimientos sociales". A su juicio, eso apunta a la importancia de una reforma política que será una bandera importante para las elecciones del año que viene. "Quienes protestan son estudiantes universitarios o jóvenes profesores que vienen debatiendo en las aulas el problema del deterioro de la gobernabilidad en Brasil", indicó. La falta de un liderazgo claro y de una estructura orgánica del movimiento vuelve aún más difícil cualquier negociación para los políticos. Los especialistas advierten que resulta difícil predecir cómo seguirá este movimiento. El alto índice de aprobación del gobierno de Rousseff ha caído ocho puntos entre marzo y junio según dos encuestas recientes (que no incluyen el efecto de las protestas), un fenómeno atribuido a la insatisfacción de los brasileños con el alza del costo de vida y el deterioro de la situación económica. 8.- El efecto eventos deportivos. Los manifestantes lanzaron consignas contra el Mundial de Futbol 2014 en Brasil, que ven como un despilfarro de recursos públicos en estadios y obras asociadas en un país con problemas grandes de educación y salud. Varios carteles publicitarios relacionados a ese evento deportivo fueron destrozados con furia por los manifestantes a lo largo de una avenida céntrica. 9.- Por qué se tornaron violentas las manifestaciones En algunos lugares las manifestaciones se tornaron violentas. Ya hubo un primer muerto. De hecho, si hay un denominador común en las protestas es el descontento con los gobernantes y la clase política brasileña en general, en general expresado de forma pacífica pero a veces también con ira. En la capital Brasilia, un grupo de personas intentó invadir el ministerio de Relaciones Exteriores y lanzaron objetos contra sus ventanales. La policía respondió con balas de goma y gases lacrimógenos; hay reportes de al menos 30 heridos. En Rio la protesta de 300 mil personas tenía el objetivo de llegar a la sede de la Alcaldía, pero la policía lo impidió tirando gases lacrimógenos y balas de goma. Los incidentes se extendieron por el centro de la ciudad y dejaron más de 60 heridos. 10.- ¿Qué va a hacer el gobierno de Dilma Rousseff El aumento de las manifestaciones en número de gente y ciudades, varias con escenas de violencia que incluyeron un muerto, llevó a la presidenta Dilma Rousseff a cancelar un viaje a Japón y convocar una reunión de emergencia de su gabinete para este viernes. Dos preguntas simples sobrevolarán ese encuentro: ¿por qué aumenta la revuelta popular en un país que era presentado como modelo de progreso económico y social? ¿Y qué puede hacerse para apaciguar la situación? Y todo indica que ninguna de las dos interrogantes tiene respuesta simple para las autoridades brasileñas.

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