21.5.08

El fiscal Orellana


Entrevista con el doctor Octavio Alberto Orellana Wiarco

Pedro Díaz G.

Transcurridos dos años de su creación, la Fiscalía Especializada para delitos contra periodistas cobra fuerza; a pesar de una no muy delicada relación con los periodistas, el fiscal, doctor Octavio Alberto Orellana Wiarco, asegura que en base a los resultados que se comienzan a obtener, la Fiscalía se ha ganado la confianza del gremio.

El áspero vínculo con los periodistas, al menos en sus inicios, puso a Orellana como centro de polémica, sobre todo tras un incidente en el que los escoltas del fiscal agredieron a los informadores. Algunos periodistas incluso exigían su renuncia.

La Fiscalía cumple dos años, dígame, ¿qué ha encontrado en esta relación tan difícil con los representantes de los medios, que al parecer ha sido muy ríspida?

Inmerso en juntas, elaboración de informes y proyectos, responde Octavio Alberto Orellana Wiarco a emeequis:

—Pues no, no creo que haya sido ríspida. Al contrario, muy gratificante porque en el tiempo que la Fiscalía ha tenido de vida, y el que me ha tocado a mí estar aquí al frente, lo que observado es que esta fiscalía cada vez tiene más fuerza en el contexto de los propios periodistas.

“Al principio sería porque acababa de nacer y todavía no había trascendido, no todos conocían la existencia de una Fiscalía Especial, pero en este tiempo creo que aquella demanda de los periodistas para que se formara, ha venido todavía a cristalizarse más, porque ahora acuden cada vez más y con más confianza a denunciar sus situaciones.

Dos años después el fiscal sigue más de 200 casos. Ese crecimiento la ha fortalecido, dice.

—Ha habido un incremento del 200 o 300 por ciento más de asuntos que en el primer año. Y se sigue incrementando esa proporción, lo que indica el interés que tienen los periodistas, cuando sufren agresiones, por acudir a esta Fiscalía.

Esa indiscutible fortaleza que tiene o ha venido cobrando, a mi modo de ver, es porque las mismas cifras nos lo van reflejando: de los 230, aproximadamente, asuntos se han resuelto, más o menos, 150. Nos quedan como 80.

“Pero sobre todo, los periodistas que se han acercado con nosotros, a los que hemos tenido la oportunidad de servir y de atender, primero como ciudadanos, y después en su calidad de periodistas, creo que todos o si no la inmensa mayoría, se han ido satisfechos por el trato y la atención que esta Fiscalía les da, y que ellos se merecen.

“Así que en ese sentido, varios de ellos, han expresado su satisfacción de la forma en que los tratamos, y que es no solamente compromiso de la Fiscalía, sino de toda la Procuraduría.

“No ha habido ese trato ríspido, al contrario: hemos tenido oportunidad de ir con las agrupaciones de periodistas, por ejemplo, al Club Primera Plana; hemos ido a eventos donde los periodistas se reconocen en cuanto que se otorgan ciertos premios, nos han invitado y hemos participado.

“Hemos ido a los Estados de la República con un programa que a raíz de que su servidor ingreso aquí, hemos venido incrementando de visitar un Estado de la República más o menos cada mes, cada mes y medio con el propósito de organizar seminarios, los que ya hemos hecho en varias partes, los cuales hemos denominado Prevención de Delitos Contra Periodistas.

“Porque uno de los compromisos de la creación de la Fiscalía fue precisamente que se impartieran acciones preventivas, no solamente la que corresponde a la investigación, y en su caso a la detención de responsables, que es el aspecto de la fuerza que el Estado tiene para los casos en que se hayan cometido delitos contra periodistas.

—Lo decía por dos o tres detalles. Por ejemplo cuando acudió a la Cámara de Diputados, se publicó en algunos medios que sus escoltas agredieron a la prensa y que si el mismo Fiscal agredía a los medios, de qué se trataba. Y porque también he leído, por ejemplo, que medios como Contralínea piden su renuncia para reivindicar la presencia de la Fiscalía.

—Lo que pasó en la Cámara fue un incidente lamentable, en realidad el espacio no se prestaba y se volvió un poquito tumultuoso el asunto. Por supuesto que jamás en mi vida, si no he agredido a ninguna persona, menos a los periodistas, que en este caso me debo a ellos.

“Así que fue un incidente del que en su oportunidad, aunque sentía que no era responsabilidad nuestra, pedí las disculpas que correspondían y creo que no ha pasado a más.

—Se acusó a la Fiscalía de nacer sin un sustento jurídico real. ¿Hoy, a qué obstáculos se enfrenta cuando se trata de investigar estos delitos?, Los jueces no actúan con la celeridad que se quisiera, por ejemplo.

—La mayor parte de las denuncias que llegan a la Fiscalía es por delitos de amenazas, y la mayor parte de esos delitos los recibe el periodista pero de forma anónima, a través de sistemas de cómputo, de Internet; o de los teléfonos celulares, y eso implica una dificultad para poder identificar la procedencia de donde vino la amenaza.

—Eso incrementa la dificultad...

—...Y lo hemos podido lograr, pero se tiene que hacer un trabajo muy intenso, y a veces no fácil, porque en los sistemas de Internet hay una serie de elementos técnicos que no explico, porque primero no soy muy experto en ello, y segundo porque no es prudente explicarlos, pero sí es complejo pero lo hemos llegado a identificar.

“Pero cuando se ejercita la acción penal, las primeras reacciones que hemos percibido de parte de los jueces o del Poder Judicial, es que para ellos también es una novedad el planteamiento de cómo se puede acreditar o demostrar que fue determinada persona la responsable o probable responsable de las amenazas a periodistas, cuando no hay testigos, cuando el probable responsable no acepta haberlo hecho, pero las pruebas de orden científico y técnico así lo señalan.

“El personal de la Fiscalía ha ido preparándose y profesionalizándose cada vez más, porque también al principio esto era terreno virgen, no era muy común, pero creemos que ya hemos ido avanzando en recopilar todas las evidencias que puedan probar ese tipo de asuntos.

—¿Será la fiscalía cada vez más eficiente?, ¿será una realidad la federalización que usted sugiere?, ¿en el futuro habrá más casos solucionados?

—El tiempo, aunque ha sido corto, da experiencia y a los agentes del Ministerio Público y a todos los que trabajamos en la Fiscalía, las experiencias nos han ido preparando y capacitando más y ello, independientemente de que la mayoría de los agentes del Ministerio Público y de parte del personal administrativo se ha venido profesionalizando. Hoy casi todos tienen estudios de maestría, algunos los acaban de concluir, otros los están tomando.

“Además de otra capacitación que continuamente reciben a través del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), que es una de las Instituciones que dependen de la Procuraduría General de la República. Constantemente nos ofrecen para el personal toda clase de cursos”.

“Cuando la Fiscalía fue creada por un acuerdo del Procurador de la República, ahí, de acuerdo con la exposición de motivos, se explicó que se trataba de un paso importantísimo porque no existía nada similar; esta la primera Fiscalía que se crea en el mundo para atender los asuntos de periodistas.

Octavio Alberto Orellana explica brevemente algunos puntos de su encomienda. Estamos en el segundo piso de su oficina en Paseo de la Reforma.

La Fiscalía se creó para delitos de tipo federal cometidos contra periodistas, pero sí eran del fuero común, esos seguían correspondiendo al fuero común. ¿Por qué? Si hubieran intentando crearlo de inicio con competencia para el fuero común, se habría encontrado resistencia y probablemente no se hubiera podido crear.

“Porque los delitos del fuero común los atienden y son competencia de los estados y ellos, como es lógico, consideran que son parte de su soberanía. Y fue un acierto no incluirlos, porque si no, probablemente hubiera encontrado cortapizas para su creación.

“Si trata de delitos que tienen que ver con delincuencia organizada, que de los datos que arroja el inicio de las investigaciones se establece esa probabilidad, esos los atiende la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), la razón también es una razón muy explicable y lógica:

La SIEDO tiene experiencia, tiene elementos humanos, elementos materiales que permiten atender esta situación. Y es lógico que naciera con esa competencia, pero los periodistas han venido propugnando porque sea la Fiscalía la que conozca sobre todos los delitos, y varios argumentos pesan a favor de que si esta competencia, en su momento era conveniente, al paso del tiempo creo que ya, como así lo hemos planteado,

“Las facultades de la Fiscalía deben ampliarse y lo que en un principio era del fuero común, ahora creemos que debe ser del fuero federal; que es lo que hemos llamado la federalización de los delitos cometidos contra periodistas en el ejercicio del Periodismo.

“Quienes los agreden son autoridades a veces municipales, a veces estatales y el problema para los periodistas es que son delitos del fuero federal y son las autoridades locales las que deben de investigar y en su caso hacer responsable a quienes resulten.

“Nos dicen: nos enfrentamos con un problema porque a nosotros, nos agreden por hacer hacemos señalamientos en relación al cumplimiento de sus obligaciones como autoridades, pero tienen que atender las denuncias dentro del mismo aparato estatal contra sus propias autoridades estatales o municipales. Por supuesto, los periodistas plantean que encuentran obstáculos para que la investigación camine.

“Por ello creo que ahora sí ya es el punto de oportunidad de que la Fiscalía tenga una competencia mayor. Ya hicimos un anteproyecto, nosotros no tenemos por Ley posibilidad de presentar una iniciativa, pero sí de elaborarlo y someterlo a la consideración del Procurador; y él ya ha expresado que él la iba someter a la consideración del Presidente, que sí tiene la facultad constitucional de presentar iniciativas, la federalización de los delitos contra periodistas.

“Creo que se ha ido avanzando en este aspecto, principalmente en que los propios interesados toman conciencia de lo que ya para este momento son limitantes importantes para el trabajo de la Fiscalía.

—Leí que usted manifestó en Chihuahua que una noticia no valía la vida de un periodista; ¿eso es en cuanto a la autoprotección que debemos tener los periodistas?

—Hice esa cita, pero en realidad y, así lo expliqué, no es de mi persona, esta cita aparece en un informe muy documentado que la Sociedad Interamericana de Prensa, la SIP, elabora. Ellos presentan prácticamente un libro donde viene documentada la serie de problemas que afectan al periodismo en toda América. Ese trabajo se llama “El Mapa de Riesgos del Periodismo en América Latina”. Es un estudio muy cuidadoso, lo leí con mucha atención. Hace planteamientos muy interesantes sobre la cuestión de cómo es el mundo de peligros y riesgos que enfrentan los periodistas.

“Y en una parte muy destacada ellos ponen esa frase, que dice que ninguna nota vale la vida de un periodista, dando a entender que el periodista debe ser el primero en cuidar su propia integridad y en ese sentido es una medida de autoprotección, él tiene que ser muy prudente y cuidadoso en protegerse. La misma frase le va diciendo al periodista que no vale la pena que te arriesgues hasta el punto de perder la vida.

“Lógicamente todos vivimos en riesgo, pero el periodista que toca las noticias que afectan o que tiene que ver con los poderes formales de las autoridades, o informales, como pueden ser crimen organizado, pues tiene que ser cauto y en ocasiones a nosotros no nos toca como Fiscalía juzgar si ellos por el afán de perseguir la nota toman riesgos y se relacionan con personas peligrosas, eso no nos toca a nosotros.

“Nosotros lo que atendemos son los delitos que se comenten contra ellos, pero no podemos dejar de ver que en ocasiones el periodista debe ser muy cuidadoso, y de ahí el sentido de esa frase”.

—Nunca como periodista imaginé que la violencia y el riesgo crecieran tanto en este país. Usted aconseja seguir varios pasos, llevar una bitácora, por ejemplo, o si me llega una amenaza difundirla con mis amigos para que quede constancia, por si me llegan a matar, y todo esto les ayudará a ustedes a consolidar los casos.

—Del trabajo que ha hecho la Fiscalía se ha podido establecer que el periodista puede tomar y debe tomar ciertas medidas de protección. Lo hemos difundido en seminarios en Guadalajara, Morelia, Mérida Cuernavaca, Chihuahua, Torreón, por mencionar algunas ciudades, pues es de mucho interés: qué medidas puedo yo tomar como periodista para poder disminuir o hacer menos riesgoso mi trabajo, o de qué manera me puedo proteger.

“Entre ellas está que el periodista siempre esté informando al medio para el que trabaja, cual es su, llamémosle bitácora, su trabajo o la orden que va desarrollar en el día, sus labores, a quién va entrevistar. Que quede constancia, como precaución y procurando que no lo haga solo, sino en compañía. Todo mundo, dentro de su fuente de trabajo debe saber dónde está y que esté localizable, como parte de una estrategia para su protección.

—Y a partir de ahí, otro consejo es que no mueran los reportajes en los que el periodista sea eliminado, digámoslo así, para evitar que surta efecto el detener una investigación.

—Es muy duro el tener que hablar de ello, pero resulta que si hay una amenaza contra un medio periodístico, lo más conveniente es que la causa por la cual se da la amenaza no se detenga. Como estas circunstancias se dan sobre todo en los ámbitos regionales y estatales, no tanto en esta ciudad de México, todos los medios de esa comunidad, o esa región, difundan la noticia y la investigación.

“Porque se supone que no van a poder acabar con todos, es decir, la difusión de los temas peligrosos es la protección de todos. Y ya lo hemos constatado. Por ejemplo, recientemente eso sucedió en Ciudad Juárez, donde un medio recibió amenazas. Como habíamos tenido un seminario al respecto, los otros medios, haciendo eco de las recomendaciones que se habían dado ahí, se empezaron a hablar entre todos y constataron que todos habían recibido la misma amenaza.

“Y entonces se pusieron de acuerdo para que todos diesen la noticia. Para nosotros fue muy gratificante porque sentimos que el trabajo que hicimos si tiene un sentido y un efecto, porque a veces va uno a hacer un trabajo y no se puede saber con exactitud si efectivamente el trabajo tuvo buenos resultados.

—¿Quisiera saber que pasó con el caso de Lidia Cacho, qué giro tomó ese caso?

—En el Caso de Lydia Cacho, después de que pasó un suceso de dominio público: una persona que se sintió afectada por lo que se publicó en un libro, presentó un denuncia en el Estado de Puebla y con base a esa denuncia salió una orden de aprehensión por el delito de Difamación y calumnias en contra de la periodista.

Como ella tenía domicilio en Cancún, fueron con la orden de aprehensión y la trasladaron por tierra de Cancún hasta Puebla.

“Ella expresó que fue objeto de malos tratos que podían constituir delito de tortura, entonces unas personas cercanas a ella vinieron a esta Fiscalía y presentaron la denuncia de hechos.

“Pero a los pocos días también se presenta la denuncia a la Fiscalía que en ese entonces era Fiscalía Especial para la Atención de Delitos relacionados con Actos de Violencia en contra de las Mujeres (Fevim), de la propia Procuraduría.

“Entonces había dos denuncias, casi presentadas en forma simultánea, con unos cuantos días de diferencia, primero en esta Fiscalía y después en FEVIM y las dos empezaron a caminar cada una por su cuenta.

“Hacíamos diligencias que a veces eran muy semejantes porque estábamos investigando los mismos hechos.

“Cuando ya se analizó por varios meses era necesario que se decidiera cuál de las dos era la que iba continuar, porque la propia Ley señala que en el supuesto de que haya dos, se tiene que decidir cuál va continuar. Y quién tiene que decidir eso es el señor Procurador de Justicia. Claro que él decide en base a lo que la Ley señala, porque la Ley va dando cierto tipo de supuestos para poder resolver ese tipo de, dijéramos, conflicto.

La Ley señala por ejemplo que el primero que inició es al que se le debe de acumular, ese es un principio. Y el otro principio que en este caso operaba es cuál era más específico en cuanto a la atención del tema, si el de Periodista o el de Mujeres, por la agresión que recibió.

“Y como es más específico el de Periodistas, y así se vio en la resolución que emitió el Procurador, fue que esta Fiscalía primera en tiempo y además por ser más específico pues la agresión había sido no por su calidad de mujer, sino por su calidad como periodista.

“Entonces se resolvió a favor de esta Fiscalía y esa entrega de la FEVIM sucedió prácticamente en los últimos días de noviembre del año pasado. Entonces nosotros con el material que ellos ya habían alcanzado, acumulamos y practicamos todavía algunas diligencias que eran necesarias, que eran prudentes y terminamos en un pliego de consignación y ahorita en asunto por parte de esta Fiscalía ya está en manos del poder judicial.

—En este caso de Lidia Cacho ¿se podría decir que fue bien llevado?

—Creo que hicimos bien la tarea, se anotó todo lo que se pudo, se practicó y creemos que sí, en contra de las personas que se pensaron que eran probables responsables, existen pruebas que así lo acreditan: toca al Poder Judicial examinar lo que es nuestra convicción, y entonces ellos lo ratificarían.

—¿Recuerda algunos casos que se hayan complicado o que tengan un particular interés por parte de la Fiscalía, platicábamos del caso del periodista estadounidense en Oaxaca?

—Con respecto al periodista Will Bradley, sucedió en Oaxaca, ya casi es de dominio público: pierde la vida en una barricada. Había un pequeño grupo, 20 ó 30 personas, que estaban tirándose, arrojándose piedras y por otro lado estaban policías disparándoles, entonces aparece él y fallece.

La Procuraduría General del Estado de Oaxaca inicia la investigación y consignó dos elementos de la policía, pero al paso de dos, tres meses, la autoridad judicial consideró que no había suficientes elementos para que fueran procesados.

“Fundamentalmente porque las armas que ellos llevaban no correspondían al calibre de los proyectiles que en la autopsia se rescataron del cadáver del periodista. Pasa el tiempo y lo trasladaron a la Procuraduría General de la República que está en Oaxaca, junto con otras investigaciones y a instancias de que los padres de este periodista vinieron a la Ciudad de México y a la de Oaxaca y pidieron que esta Fiscalía de delitos contra periodistas, lo tratara.

“Ya había pasado más de un año. Entonces la Fiscalía acepta traer el caso y aquí lo tenemos, y estamos trabajando en él, pero ya hemos realizado una serie de pruebas que permiten pensar en que estaremos esclareciéndolo en fecha próxima.

—Hay ya varios casos que han sido cerrado, por ejemplo, platicábamos del caso de Lolita de la Vega con alguna persona consignada ¿Cuándo se logra cerrar estos círculos, como se siente la Fiscalía, finalmente dice: nos estamos empezando a quitar los pendientes?

—Por supuesto que hay una cuestión que se concluye, como en el caso de Lolita de la Vega que no es muy sencillo, pues es un amenaza en la cual prácticamente le decían que en donde la iban a encontrar la iban a matar, pero esto venía a través del Internet, lo recibió en su computador y cuando ya se pudo proceder en contra del probable responsable, eso hasta que lo decida el juez, pero creemos que así va ser, por las pruebas que existen, ya está en proceso y próximamente creemos que ya se va concluir el juicio y a dictar sentencia.

“Creemos que en este caso el Juez va a llegar a la contienda, porque las pruebas que se han aportado creemos que son suficientes y la satisfacción es lógica porque puesto que lo que espera la sociedad es que no queden impunes los delitos y eso es parte del trabajo.

—Finalmente ¿Que necesitaría esta Fiscalía, qué armas pediría para poder trabajar?

—Desde luego para llevar a cabo mejor nuestro trabajo es que la federalización que ahora ya hemos comentado, se cristalice. En el momento en que ello suceda, que ojalá sea en el curso de este año, porque tiene que pasar por el proceso de una iniciativa y luego el Congreso la tiene que discutir y además aprobar.

“Si cristaliza, como sería lo deseable, el trabajo que esta Fiscalía ha venido realizando y que se ha venido incrementando, aumentaría aún más incrementando el personal aquí, en la Fiscalía para atender la averiguaciones. Va a tener que aprobarse no sólo la Federalización, sino también los recursos que va exigir el tener que atender ya no el equis número de casos que nos toca por ley, sino todo lo que pase en la República.

“Y eso no sabría ahorita cuantificárselo con exactitud, pero si fácilmente tendría tal vez que triplicarse, cuatriplicarse el número de elementos humanos y consiguientemente en lo recursos para poder hacer frente a todo ese cúmulo de trabajo que es muy grande y que es un reto muy importante y que yo pienso que el Estado Mexicano lo va asumir porque el trabajo que realizan los periodistas tiene que ver con el avance de la democracia del país en la información que se da para que los mexicanos en su momento, tomen las decisiones y estén bien informados.

“Es vital que eso suceda. Y tengo la convicción de que para allá vamos”.

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