19.7.07

Ana Gabriela: nunca tanta euforia por el triunfo


Pedro Díaz G.
eme-equis
Ana cumplió 30 años el pasado 4 de marzo.
Muchos dirían que entra a la parte final de su carrera, mucho más larga que los 400 metros que a ritmo de 48.89 segundos le han hecho famosa por las pistas del mundo.
Ana Gabriela Guevara sorprendió al atletismo por dos causas principales: su rápido desarrollo, y su evolución constante.
Para ella, ex basquetbolista que sabía superdotada, seis años de trayectoria fueron suficientes para consolidarse como la mejor en los 400 metros en la clasificación de la Federación Internacional de Atletismo.
Es su madre, Ana María Espinosa, la que siempre ha estado a su lado. Lo mismo en Juegos Centroamericanos en Venezuela, que en los Olímpicos de Atenas, cuando Ana casi se apodera del oro que en unos metros le arrebató Tonique Williams, de Bahamas.
Siempre gustó de la práctica deportiva, la sonorense. Desde la primaria, pero como no tenía un maestro de educación física, ella misma se las ingeniaba para ejercitarse y así, cuando cursó secundaria y preparatoria, fue obligadamente la favorita de sus instructores.
A cargo del equipo de basquetbol de Nogales estaba el entrenador cubano Luis Betancourt. Al ver sus aptitudes no dudó en invitarla como parte del conjunto que ganó el campeonato estatal ante el Instituto Tecnológico de Sonora.
Visitó Ana el pedestal de los vencedores. Y entonces ya no hubo vacilaciones. El deporte sería su vida.
En 1996, por su edad, 19 años, no podía continuar en el equipo y tuvo que retirarse. Pero nació en ella un nuevo reto: su romance con el atletismo, gracias a los consejos de su principal aliado en esta aventura, el entrenador cubano Raúl Barreda.
Bajo sus cuidados, Ana ganó sus dos primeras medallas de oro en la olimpiada nacional de 1996 y 1997, en 400 y 800 metros planos. Y en poco tiempo su delgada pero férrea figura comenzó a apoderarse de los obturadores.
Y aunque destacan las dos medallas de plata en Maracaibo 98 en 400 y 800 metros, y el oro en el Campeonato Iberoamericano, en Portugal, acaso lo verdaderamente trascendental fue el título ganado en el Mundial de Atletismo de París en 2003, donde registró 48.89 segundos en los 400 metros, una marca que hasta el momento sobresale como su mejor registro en la distancia.
Ana es un hito en la historia del atletismo nacional.
Nunca una mujer mexicana subió tan alto y tan frecuentemente a los podios del mundo. Y para sus compatriotas, nunca antes tanta euforia por el triunfo.

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