26.5.08

Cítricos, el ejemplo de la excelencia



Pedro Díaz G.

Texto sin edición

Leélo en emeequis

Martínez de la Torre, Veracruz.-- Nadie lo creería, en las manos entintadas a dos tonos de Esteban, este campesino, se encuentran la magia de la vida y el por qué del desarrollo: él, con sabiduría y paciencia, es el encargado del injerto de cítricos, uno de los más importantes puntos en la producción, para que vivero San Manuel funcione a estándares internacionales y para que Veracruz sea productor número uno en el mundo.

Veracruz lidera la producción mundial de limón y lima y es tercero en toronja y naranja.

En el estado, los cítricos ocupan una superficie de 200 mil hectáreas que benefician a alrededor de 50 mil productores; generan 9 millones de jornales, 130 mil empleos directos y 360 mil empleos indirectos; hay más de 70 empresas limoneras, 9 jugueras, 70 empacadoras, 90 enceradoras, 3 gajeras, 4 viveros certificados como productores de plantas tolerantes al Virus de la Tristeza Cítrica (VTC), y, acaso lo más importante: producciones de tres millones de toneladas de fruta al año. Aproximadamente 400 millones anuales.

Veracruz es reconocido como el principal productor mundial de cítricos y, de acuerdo con cifras del Consejo Estatal Citrícola, se obtienen 97 millones de dólares por venta de concentrado de jugo y 136 millones de dólares por concepto de exportación de limón persa.

No ha sido fácil.

La citricultura está expuesta a situaciones meteorológicas extremas, plagas y enfermedades que azotan las cosechas.

Ha sido necesario introducir nuevas variedades y portainjertos tolerantes al Virus de la Tristeza de los Cítricos (VTC), probablemente la más devastadora enfermedad de los cítricos; a la fecha han muerto por su causa más de 120 millones de árboles en todos los países donde se ha presentado. El responsable: el pulgón café.

Este virus provoca el bloqueo de los vasos conductores de la savia, impide el paso de los alimentos hacia la raíz, provoca problemas de desnutrición, causa la falta de formación de raicillas y termina matando al árbol.

De que todo esto no suceda. De atender minuciosamente la producción de plantas tolerantes a la devastación del pulgón café y otras plagas, del crecimiento sano y controlado de cada planta, se encarga Esteban, en cuyas manos reposan las esperanzas de mejores cosechas. Estudios internacionales auguran 15 años de buen mercado, entre otros cítricos, de la lima persa y de la naranja.

Él da vida a nuevas frutas. La lima persa, naranja Marss, Naranja Valencia Criolla, Toronja Río Red, Toronja Flame, Toronja Marsh, Tangerina Murcott, Tangerina Fairchild, Tangerina Fremont...

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Para mantener su nivel de producción, el estado de Veracruz ha debido vencer a las dificultades de la naturaleza. En 2007 una sequía se prolongó por más de tres meses y el paso del Huracán Dean amenazaba arrasar con todas las expectativas.

A trece días del golpe meteorológico, el gobernador Fidel Herrera Beltrán entregó recursos que servirían como arranque para reconstruir y relanzar la agricultura.

La urgencia era resarcir los daños ocasionados en 181 mil hectáreas de cultivos de plátano, cítricos, maíz, vainilla y café.

Herrera Beltrán ha puesto especial énfasis en la citricultura y entregó al Consejo Estatal Citrícola un cheque por 11 millones de pesos para la reactivación del sector.

De estos recursos, 5 millones de pesos a disposición de ejidatarios y pequeños propietarios, a través del Fondo del Consejo Estatal Citrícola, para la recuperación de al menos 14 mil hectáreas dañadas en municipios como Atzalan, Gutiérrez Zamora, Martínez de la Torre, Nautla, Papantla, Misantla, Poza Rica, San Rafael, Tecolutla, Espinal y Tlapacoyan. Los restantes 6 millones de pesos arrancarían el Programa de Empleo Temporal.

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Uno: la germinación. .

Viajaba el pulgón café por las cosechas del estado. En determinado momento pudo afectar más de 250 mil hectáreas de cítricos, lo que hubiese significado un colapso en la economía de la entidad.

--Por ello, dice el ingeniero Raúl Gámez, coordinador del Consejo Estatal de Cítricos, era y es urgente reconvertir todos los plantíos a patrones tolerantes para hacerle frente al virus de la tristeza, detectado en la zona.

Para ello, el gobierno de Veracruz implementó programas de ayuda a los productores, dándoles a un bajo costo las plantas tolerantes al pulgón café.

“Gracias a un agresivo programa –enfatiza Gámez--, se han ido sustituyendo los patrones (es decir, el tronco de la planta) tradicionales, como el llamado cucho, por otros como el volkameriano, el swingle citrumelo, el citrange troyer y el Citrange Carrizo, por ejemplo.

Esteban trabaja en el Vivero San Manuel, un productor de plantas certificadas y lote productor de yemas. Aquí, confía el gerente, el ingeniero Julio Contreras, “se trabaja de manera artesanal”, para obtener mejores resultados.

Por un lado se siembra la semilla en los plantines o almacígos: largos contenedores en donde brotarán las plantas. Las semillas, certificadas y adquiridas a empresas como Willkots and Newcomb, de California, son sembradas una a una. Cada almacigo protegerá el crecimiento de 50 mil semillas. Controlar la temperatura, dotar de nutrientes, y supervisar estrictamente el crecimiento de lo que serán los patrones es el trabajo del vivero.

Por otra parte, bajo un ambiente limpio de impurezas, San Manuel produce las variedades: naranjas, limas, limones, toronjas, mandarinas. A esta zona el acceso es restringido pues son plantas que no deben, por nada del mundo, contaminarse. Apenas tienen contacto con el ser humano, pues de aquí saldrán las yemas y deben ser lo más sanas posibles.

Cuando el patrón alcanza una altura de 70 centímetros, es hora del injerto.

Ahí entra la labor de Esteban: de una vareta de, por ejemplo, naranja, extrae las yemas y tras quitar las espinas al volkameriano, le hace un corte angulado para colocar ahí la yema. Un pequeño plástico alrededor funcionará como sujeción hasta que, semanas después, la planta prende: empiezan a crecer arbolitos de limón, de mandarina, de naranjas...

El ingeniero Julio Contreras, administrador del vivero de San Manuel, ilustra:

--Por cada hectárea de terreno serán necesarias 300 plantas. Se han protegido del sol con zacate, se les ha cuidado de la maleza, se desinfecta el follaje, se les cuida con fungicidas y enraizadores. Y se logra una calidad certificada. Por eso es tan importante la misión de Esteban. En sus manos está nuestro futuro...

Seis meses después serán pequeños árboles de cítricos, de la mejor calidad.

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Dos: La huerta. Esta, Lomas de Arena, ha sido avalada por los compradores europeos.

Generar conocimiento científico, crear innovaciones y promover transferencia de tecnología que mejore la rentabilidad y el nivel de vida de los productores, son metas del gobierno estatal.

Lomas de Arena es la huerta de 900 hectáreas de Carlos Couturier, en Martínez de la Torre. Él es uno de los principales cultivadores de naranja, toronja y limón persa (sin semilla) en México.

Su empresa, Couturier Hermanos, cosecha 10 mil toneladas de limón persa al año. Existen 67 mil productores citrícolas en todo México.

La familia Couturier cuenta con 3 mil 200 hectáreas que siembra, desde Tuxpan hasta el puerto de Veracruz, y que producen cada año en conjunto 102 mil toneladas de naranja, toronja y limón divididos en partes proporcionales.

Además, cada año compra 14 mil toneladas de cítricos a 120 pequeños productores de Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Colima y Michoacán. Todo eso suma casi 2 por ciento de la producción total del país.

Para lograrlo, se ha valido de la mercadotecnia y de asociarse con otros productores para comprar y vender cítricos.

Es un buen ejemplo para los citricultores mexicanos, y muchos lo han imitado en algunas prácticas de exportación e impulso de sus marcas.

Las tierras heredadas de su abuelo, un inmigrante francés que llegó a México a fines del siglo XIX, atraído por las facilidades legales que el gobierno de Porfirio Díaz ofrecía a los europeos. La zona, con uno de los mejores climas para el cultivo de cítricos, se convirtió en una sucursal de las aldeas francesas en la campiña veracruzana.

Su padre, Francisco, buscaba siempre ir a la vanguardia de sus competidores y vender sus productos más allá de México. En 1960 logró entrar en Estados Unidos. Casi cuatro décadas después, su hijo Carlos le dio otro empujón a la empresa, al cruzar los océanos con sus cítricos y su visión mercadológica.

Carlos fue tomando las riendas del negocio y se hizo cargo por completo el año pasado, al fallecimiento del fundador. Ahora, la producción de la empresa está repartida: el limón, en Norteamérica, Japón y Europa; la toronja, en Europa y Canadá, y la naranja –como jugo procesado a través de las empresas Citrex y Citrofruit– en México.

Para mejorar la producción y ser más competitivos, los Couturier han modernizado paulatinamente la maquinaria. Ahora usan podadoras israelíes, fertilizadoras estadounidenses y cosechadoras que agilizan la recolección y abaten costos.

Las frutas de Carlos Couturier llevan al menos cuatro certificaciones de calidad. En cada cosecha de limón y toronja invierte al mes unos 120 mil pesos en programas de inocuidad para las aguas residuales, separar la basura orgánica e inorgánica, capacitar a empleados sobre prácticas de higiene y ecología, como uso de uniformes, manos limpias, zapatos desinfectados, cubrebocas y guantes.

Esta huerta tiene árboles de lima persa que, tras la revisión del ingeniero Gámez, quien saca su lupa y la acerca hasta la cáscara, la analiza y dice el ingeniero agrónomo: totalmente sana.

Una vez cortada, esta fruta irá a las empacadoras y horas después saldrá seleccionada y empaquetada a los diferentes mercados: el nacional, el de Estados Unidos, Europa y Asia.

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Ha sido interés del gobierno estatal que se establezcan acuerdos de colaboración que permitan, a través de la ciencia y la tecnología, buscar y aplicar programas ambientalistas que impacten directamente en municipios veracruzanos,

Las enfermedades disminuyen el vigor del árbol, las frutas con lesiones tienen un valor comercial bajo, especialmente aquellas para consumo en fresco, las plantaciones sin manejo de la enfermedad sirven de fuente de inoculo del virus y del acaro vector, los cuales pueden diseminarse a otras plantaciones.

El sector productivo de cítricos se protege de estos males que podrían causar una merma significativa de su producción, lo que originaría grandes pérdidas económicas.

El impacto del huracán dejó daños por 400 millones de pesos, pero hubo una intervención oportuna de las autoridades federales y estatales, que liberaron recursos por 90 millones de pesos a través de un programa de crédito para la rehabilitación de huertas.

Los huertos de cítricos se rehabilitaron y, cuando se pensaba que vendría una catástrofe para quienes viven de la citricultura, sólo fue una afectación menor de tres meses donde no se pudo vender producto.

Se perdió la cosecha de enero a marzo del año pasado, pero se restituyó con producción de junio hasta agosto, y hubo un buen manejo con el rescate de los árboles.

La citricultura se mantiene como la actividad agropecuaria que más divisas genera a Veracruz, que para 2008 se estiman en más de 400 millones de dólares, a través de sus exportaciones de limón persa, así como de jugo concentrado de naranja.

Los cítricos veracruzanos están en muchos mercados del mundo, como Estados Unidos, Europa y Asia, y se estima que se exportan un millón 200 mil toneladas de una producción total de tres millones 350 mil.

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Tres: la subasta.

Han debido pasar al menos tres años.

Pero ya están maduras las limas persas, las naranjas, las toronjas. Habrá que cosechar, transportar y vender.

Nunca más acertada la idea de que “han dado frutos” los esfuerzos de un grupo en el que Esteban, el campesino, es parte vital.

Y de la pasmosa lentitud con que han crecido estos árboles, hasta florear y dar frutos, de pronto las horas se vuelve vertiginosas.

“La subasta” es el nombre que se la da a dos grandes extensiones de terreno en Martínez de la Torre, en donde el productor vende su cosecha.

Apenas llega en camión o camioneta, cuatro o cinco intermediarios revisan la mercancía, y ofrecen. Para limón persa o naranja: entre mil 500 y dos mil pesos por tonelada, en estos días, pues el mercado se rige por factores multifactoriales.

Informa el ingeniero Gámez, quien es además secretario de gobierno del municipio:

--La actividad no cesa en esta parte de la ciudad. Un buen día, en tiempos de cosecha, hay estacionados aquí hasta 300 camiones para comercializar la mercancía. Inclusive hay compradores de toda la cosecha a lo largo del camino, en algunas intersecciones. Y de aquí parten los cítricos a las ciudades: Distrito Federal, Estado de México, Guadalajara, Aguascalientes...

Lo mejor se va a las empacadoras.

El buen productor, como don Atilano Alemán, vende directo a B&S, grupo exportador. Contento está el hombre. Ha traído de sus 20 hectáreas, en la última semana, 60 toneladas de lima persa. Acaso como una de los principios del buen agricultor, dice don Atilano, hombre de manos ajadas y oscuras por el trabajo al sol, al recibir su paga:

--De este dinero, primero para los arbolitos; luego para los peones. Y al final para mí... De otra manera no funciona.

Se ha concretado la compra de un camión de 10 toneladas. Hay que descargarlo y cargar otro. Para ello están Gabriel y Lorenzo, entre muchos de los cargadores que trabajan en el lugar. Ellos bajan y suben canastos de 80 kilogramos. Una y otra y otra vez.

Esta fruta, cortada por la mañana, al mediodía ha sido comercializada. Otros intermediarios las venderán a empacadoras o jugueras.

Y ya los cítricos se van de viaje nuevamente.

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¿Cómo hacer para que los productores alcancen metas de excelencia, productos de la más alta calidad?

Uno de los objetivos es buscar y organizar a los productores para que puedan contar con una técnica que les permita implementar buenas practicas agrícolas, a través del diseño de una bitácora administrativa, así como aspirar a mejorar sus rendimientos y la calidad de la fruta por unidad de superficie; por ello se implementa el proyecto integral bajo el esquema de la citricultura veracruzana.

Lo explica Gámez: “En este trabajo se requiere de la participación de los técnicos y de que los productores para que tengan los accesos a los recursos y adquirieran equipo como bambas, aspersoras para que les permita realizar sus labores de campo de una manera más eficiente. Además, también hay procesos de capacitación para que vayan comprendiendo y entendiendo cada uno de estos modelos y esquemas que se están implementando.

“Una vez que terminemos la labor en campo integraremos a los productores con los comercializadores, empacadores de la industria para que puedan organizar su producción.

En este proyecto interviene el Consejo Estatal Citricola, el Instituto Veracruzano para el Desarrollo Rural, la SEDARPA, la SAGARPA, la fundación Produce, el Comité Estatal de Sanidad Vegetal, SESVER, las asociaciones agrícolas de cada uno de los municipios y Coverlimón.

El proyecto planea reconvertir las plantaciones a tolerantes y ponerlas a disposición de los productores: 2 millones y medio de plantas listas para alcanzar la excelencia.

En la zona se hacen monitoreos por parte de sanidad vegetal para que se confirme que el Virus de la Tristeza Cítrica está en la región y de esta manera empezar a hacer la reconversión a patrones tolerantes contra el virus.

Está comprobado científicamente a nivel mundial que el único medio preventivo para que los cítricos no sufran esta enfermedad es la reconversión a patrones que puedan resistir la plaga.

Lo que sucede con Esteban, en el huerto, en “La subasta” y en Martínez de la Torre se repite a lo largo de todo Veracruz.

Aquí, en esta “subasta”, se comercializan aproximadamente tres millones de toneladas de cítricos al año.

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Cuatro: vámonos de viaje.

No queda duda: la citricultura veracruzana es pilar fundamental en la vida económica del estado y sólo con los esfuerzos de todos los integrantes de la cadena productiva de cítricos, y del gobierno, se podrá mantener la productividad y rentabilidad de los cítricos en Veracruz.

Apenas a 300 metros de la subasta, en el kilómetro 54 del libramiento Martínez-Tlapacoyán, está B&S Grupo exportador.

El gerente, Adrián de la Hoz, presentó el 22 de octubre de 2007 ante el Banco Mexicano de Comercio Exterior, la ponencia: Caso de Éxito: cómo exportar a Europa.

B&S es una de las empacadoras más importantes del estado, con una capacidad de 250 toneladas de limones al día, está considerada como una de las 500 mejores empresas del país y sus estándares de calidad están certificados internacionalmente.

Es así como los cítricos se van a Estados Unidos, Europa y Asia.

Pero antes: se ha hecho la compra, se meten a un gran contenedor los limones y se procede a un rápido proceso que incluye el lavado, el encerado –con carnauba para cítricos– y el empaquetado de limones. Los hay de diversos tamaños: desde 110 hasta 250, números que significan la cantidad de limones que contendrá una caja de 40 libras.

Son apenas unos minutos los que pasan los cítricos en esta empresa. Una vez empacados, ahí mismo son depositados en tráilers que partirán a Estados Unidos o en barcos hacia Europa; por avión se transportan los destinados al mercado asiático.

Fugaz, de vértigo han sido las horas más recientes de estos cítricos veracruzanos de excelencia.

Apenas esta mañana estaban en la huerta, luego de años, pendiendo del árbol que con total sapiencia Esteban, o tantos como él, injertara.

Y ya están de viaje hacia los paladares de todo el mundo.

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