¿Liberar del humo de tabaco a todos los espacios cerrados se suprimen derechos? Tema que polariza las conversaciones, el del humo del tabaco en el Distrito Federal se ha convertido en primordial en estos días que corren. Si bien a nivel federal se legislará a favor de cambios en las conductas de los mexicanos, en el millón
Por: Pedro Díaz G.
En teoría.
Porque a las dos propuestas, una que exige a los restaurantes dividir físicamente los espacios entre fumadores y nos fumadores y otra que regulará que todos los espacios públicos cerrados estén libres de tabaco, tiene varias vertientes.
—Hay una problemática real que nos obliga, como autoridades, a actuar con mucha responsabilidad. El tabaquismo es un problema que genera alrededor de 60 mil muertes al año –enfatiza Xiuh Tenorio, diputado por Nueva Alianza.
Argumenta el diputado perredista Tomás Pliego, quien maneja el plan B en favor del derecho a decidir:
—No creo que una iniciativa así, con estas características verticales, que no te convence sino que te obliga, pueda mover las estadísticas. Yo creo que es un problema de salud el tabaquismo. También el alcohol, también es un problema de salud todas las porquerías que te venden en la calle.
Por la parte ciudadana, y asumiendo una lucha vertical en contra de la imposición a los fumadores, Tere Vale, quien en los últimos días publicó un desplegado a la opinión pública, comenta:
—A los jóvenes habría que hacerles cada vez más campañas de prevención del cigarro, los niños deberían estar recibiendo constantemente información para no volverse fumadores, pero si un adulto conciente decide fumar es una decisión que se tiene que respetar. Veo un riesgo totalitario, fascistoide, estalinista de no respeto a la capacidad de decidir que tenemos los seres humanos.
¿Tu derecho a fumar termina donde empieza mi derecho a respirar?,O ¿tu derecho a respirar termina donde empieza el mío a fumar”.
Mmm. Una bocanada de humo. Y otra más de oxígeno. ¿O no?
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Las propuestas están en la mesa, a unas horas de decidirse. Y otro de los temas es el de los derechos individuales.
Xiuh Tenorio:
—La iniciativa de Tomás Pliego me parece una propuesta que no presenta argumentos más allá de defender un supuesto derecho a fumar, cosa que en términos jurídicos no existe. Lo que sí existe y está consagrado en
No coinciden las visiones en la misma Asamblea. Dice Tomás Pliego:
—Qué extremo: prohibir el cigarro en el cien por ciento de los inmuebles. O sea que un empresario que quiera invertir para darle el lugar a los que quieran fumar, ya no puede. Yo voté por la ley que se aprobó en octubre porque aún con la dificultad con que se dio creo que le faltó construir consensos, pero garantizaba el derecho de una minoría, en este caso los fumadores, a decidir, a ejercer su derecho a la libertad. Esta decisión de prohibir el consumo del cigarro en todos los espacios es una medida extrema. Una medida totalitaria, vertical, que entierra y cancela el derecho de los fumadores.
Y la voz disidente de la comunicadora Tere Vale:
—A mí me parece que la gente que no quiere fumar tiene todo el derecho del mundo de no ser contaminada por los que fumamos, y para eso debe de haber lugares para no fumadores, en donde si tú quieres estar libre de humo tengas el derecho de asistir a un espacio cien por ciento libre de humo, pero si yo soy fumadora y quiero fumar y quiero ir a un restaurante y tomarme un café o echarme una copa, pues yo también tengo derecho a que haya un espacio en donde pueda estar a gusto. Porque es mi decisión. Buena o mala. Es mi decisión.
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Legislar para minorías puede de pronto resultar contradictorio. El aborto, las sociedades de convivencia. El tabaco...
Xiuh Tenorio agrega:
—Esta es una lucha que lleva años. Se ha dicho que legislamos por moda o que estamos legislando o copiando otros modelos. En realidad es una lucha que lleva muchos. Este tema es una problemática real que enfrenta mi país y mi ciudad y que nos obliga a tomar acciones en consecuencia. Y de ahí que diputados de otros partidos, federales y locales, estamos respaldando este tipo de esfuerzo porque creo que los argumentos están en la mesa.
“Cuando yo encabecé la definición de mi partido en favor de la despenalización del aborto en el Distrito Federal, entonces sí era yo un gran liberal. Un hombre que entendía. En sus términos: un gran progresista. Lo mismo cuando voté a favor de las sociedades de convivencia, bueno, dijeron: grandeza de Xiuh Tenorio, qué valioso muchacho.
—Inclusive le califican de fascista.
—Cuando promuevo el uso masivo del condón, como lo propuse hace unos días, para que se regalen en todos los sitios que visitamos los chavos, dicen: maravillosa la propuesta, bienvenida. Pero cuando proponemos resolver un problema de salud pública entonces soy el antiliberal, soy un anticlimático para ellos.
“Me parece que ellos están dispuestos a defender la libertad y dispuestos a defender muchas cosas, excepto cuando tienen que ceder en aras de la convivencia.
““Es una cosa contradictoria que nos llamen así cuando nosotros lo que estamos buscando es preservar la vida. Por otro lado, para todos estos grupos de izquierda radical, me recuerdan a los políticos con las encuestas: cuando nos favorecen decimos que son a todo dar, el instrumento más maravilloso que la ciencia y la técnica ha inventado, pero cuando no nos favorecen decimos, están manipuladas, no sirven para nada. Algo así pasa”.
Tomás Pliego advierte, no obstante:
—Esta es una asamblea en la que hemos legislado para las minorías. Ahí está el caso del aborto, de las leyes de convivencia. Son minoría pero son sus derechos. Y nosotros tenemos que garantizar en una ciudad en donde tenemos una cultura, en donde la tendencia es democrática, progresista, de izquierda, en donde las imposiciones terminan por generar mayor corrupción, se convierten en letra muerta o se imponen a través de la violencia.
“No es congruente desde mi punto de vista esta iniciativa con la historia de la ciudad de México y con lo que queremos los capitalinos.
“Sí es un asunto de salud, lo reconozco, delicado. Mucha gente pierde la vida. Por eso es tan importante, primero, garantizar el derecho de las minorías pero también obligarnos todos a multiplicar, sobre todo los gobiernos en sus distintos niveles, las campañas que te permitan saber lo dañino que es el cigarro. Pero si ya tú decides seguir fumando, pues es una decisión libre”.
Habla una representante de esa minoría de 20 millones de fumadores.
—El tema del tabaquismo parece difícil de resolver.
Complementa Tere Vale:
—Yo no veo que sea difícil de resolver. Yo creo que hay una propuesta muy conservadora, muy discriminatoria para 20 millones de mexicanos, una cantidad muy importante. Y esta propuesta muy conservadora lo que quiere es copiar el modelo estadounidense, ha ido cundiendo por una serie de intereses económicos muy fuertes que hay alrededor de todo esto. De las aseguradoras, de los hospitales...
“Nadie dice que fumar sea bueno. Hace daño, y sí ocasiona problemas de salud, pero lo que sí creo es que los adultos en pleno uso de nuestras facultades mentales tenemos toda la capacidad de decidir lo que queremos hacer o lo que no podemos hacer. La propuesta en estados Unidos es muy represiva y consiste en que todos los lugares cerrados libres de cigarros. Y eso ha convertido las calles de Nueva York, de Los Ángeles, de la mayoría de las ciudades en estados Unidos en grandes ceniceros, porque todo el mundo está así sea a temperaturas bajo cero, echándose un cigarrito. Se salen a fumar porque hay una intolerancia tremenda”.
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Fumar o no fumar... Otro punto es la economía. El dinero.
Se le cuestiona a Xiuh Tenorio:
—¿Por qué defender con tanta vehemencia esta iniciativa?
—No es un asunto de vehemencia. Es un asunto público. “Cada día mueren más o menos 165 mexicanos por enfermedades asociadas al tabaquismo. Y una parte, alrededor del 15 por ciento, son gente que nunca en su vida fumó. Es un problema de salud pública que nos cuesta algo así como 30 mil millones de pesos al año, 29 mil y fracción, que año con año gasta nuestro país.
“Para ponerlo en perspectiva:
El diputado Pliego hace un apunte. Estamos en su oficina; dos de sus colaboradores le acompañan. Viene de reunirse con la comisión de gobierno pues deseaba estar seguro de que su iniciativa fuese aceptada. Comenta:
—¿En qué coincide la iniciativa de Xiuh Tenorio con la mía? En que estamos declarando espacios cien por cientos libres de humo de cigarro a todos los establecimientos con licencias tipo A o declaración de apertura: cines, galerías, bibliotecas, restaurantes, salones de fiesta, museos, todos estos lugares, ahí no va a haber la mínima posibilidad de que la gente fume.
“Ni aunque su dueño diga yo tengo un millón de dólares para invertir en infraestructura. No se puede. En eso coinciden, nada más. La diferencia está en los espacios nocturnos, en donde solamente van adultos. En las oficinas tampoco se podrá fumar, porque vas obligado. A esos lugares nocturnos tú vas por placer, por gusto, porque decides ir y porque eres adulto, y un adulto, de acuerdo con la constitución tiene derecho a decidir, derecho a la libertad. Y no podemos tratar a los adultos como si fueran infantes”.
Tere Vale está segura de que, de legislarse a favor de la iniciativa cien por ciento libres de humo, la situación económica podría estar en peligro. Ella nos recibe en una cafetería de
—Esto va a tener consecuencias económicas muy fuertes, porque los restaurantes chiquitos en el supuesto caso de que tuvieran un 30 por ciento de área para fumar, a lo mejor lo que les queda es una mesa para fumar. Eso no sirve, a lo mejor tendrían muchos problemas.
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En este desglose de conceptos es imposible dejar fuera la sana convivencia.
—Otro de los argumentos de los fumadores es que se trata de una medida impositiva.
Argumenta Xiuh Tenorio, desde su oficina en el tercer piso de
—Lo que estamos buscando es una sana convivencia entre fumadores y no fumadores. Entre fumadores y menores de edad, entre fumadores y quien está tratando de dejar de fumar. Nadie le está impidiendo a ninguna de estas personalidades, que fume. Lo único que estamos buscando es que no lo hagan en lugares públicos cerrados.
“Te pongo un ejemplo muy concreto, a todos los que nos gusta el vino tinto, como a mí, pues podemos tomar el vino tinto y si me apuras en la cantidad que nosotros queramos. Lo que no podemos hacer es tomar en la vía pública. Lo que no podemos hacer es tomar una gran cantidad de vino tinto y salir a manejar. Son reglas de convivencia. Y si queremos ir al baño lo podemos hacer, pero no en la vía pública.
“Por su puesto que hay que adaptar hábitos, cambiar usos y costumbres, tradiciones, pues siempre es complejo. Y de verdad entiendo a las personas que fuman. Sólo espero que comprendan que su hábito esta causando un problema de salud pública al país y a todos. De ahí la necesidad de actuar como autoridad, con mucha responsabilidad”.
Tomás Pliego afirma:
—La convivencia es elemental y se tiene que dar con equilibrio, con equidad. Si no generamos equidad nosotros, a través de las leyes. Si en ves de eso estamos discriminando a un sector, estamos en el absurdo. El problema es de salud, lo reconozco, es grave. Pero el problema de la contaminación que generan los vehículos en esta ciudad es mucho más grave. Se puso el no circula y se siguen teniendo contingencias ambientales.
Y la parte ciudadana, en voz de Tere Vale.
—Yo creo que es un asunto de una moda puritana, discriminatoria. Tendríamos que buscar una solución inteligente para ambas partes en donde nadie viera lastimados sus derechos y se lograra una convivencia pacífica y una convivencia en armonía. Repito: no le quiero fumar a nadie que le choque que yo fume. ¿Por qué? Pero tampoco quiero que esa persona me impida a mí fumar. Se puede lograr una convivencia inteligente.
—Si esta ley se aprueba, qué sucederá con los agradables ratos de café... Habrá que cambiar todo un estilo de vida...
—Pues yo creo que sí. Pero los fumadores somos muy respetuosos. Yo nunca he visto en un lugar de no fumar a alguien que se atreva a prender un cigarro. Somos mucho más flexibles y mucho más tolerantes que los no fumadores. Los fumadores se enojan. Basta con que tú prendas tu cigarro para que empiecen a abanicar el aire con las manos...
“Si se aprueba la iniciativa de cien por ciento libres de humo, yo en lo personal no iré a comidas en sitios cerrados. Haré comidas en mi oficina o en mi casa pero trataré de ir mucho menos a esos lugares, porque, qué caso tiene asistir a un sitio en donde no vas a estar a gusto. Va a haber una etapa de depresión sobre todo en estos 20 millones de fumadores que no vamos a estar a gusto”.
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¿Qué sucederá con el tema del tabaco en las próximas horas?
Los entrevistados vierten sus ideas. Dice Xiuh Tenorio:
—Me parece que particularmente los fumadores que están en contra de la medida son los mayores de 50 años, que no están de acuerdo en cambiar de opinión. No sucede igual con los chavos. Lo han visto en otros países, han visto que sucede en todos lados.
“Han visto cómo los aviones se convirtieron en espacios de no fumar y yo estoy seguro de que muchos de los que hoy se quejan de que no los vamos a dejar fumar en restaurantes se siguen quejando de que no puedan fumar en los aviones o en los aeropuertos, cuando para nosotros, los chavos, que somos una mayoría en este país nos parece una medida convencional, normal. Para mi sería inimaginable que hoy alguien fumara en un avión.
“Es una cuestión de hábitos y no se vale generar este falso debate de que los estamos persiguiendo. Estamos salvando vidas, es justamente el espíritu contrario. Y estoy seguro de que en unas semanas todo será parte de la normalidad y entraremos a otros temas”.
Tomás Pliego cree que la ley será inoperante y se volverá, como el reglamento de tránsito, letra muerta.
“
“Ya lo dijo el presidente de Canirac. Quiero ver literalmente al dueño de un restaurante sacando de la oreja a un cliente. O quiero ver al dueño de un establecimiento mercantil, llamado a la policía para que la policía ingrese y saque por la fuerza a un cliente. O dos o tres o cuatro, con copas o sin copas. Una riña, sácalo, no lo saques, gritos. Una botella se rompe, los demás clientes no vuelven a ese lugar.
“No va a ser viable. Es imposible que se cumpla. Ciertamente se puede fumar en espacios libres, una playa, un camellón, en un parque. Yo no estoy abogando por el cigarro, sí por el derecho a decidir. Es una garantía constitucional de los adultos. Es esencial, fundamental que se garantice este derecho. No estamos en Canadá., Tenemos nuestra propia historia y estamos obligados a construir una ruta con base en nuestros antecedentes. No podemos olvidar nuestra historia, qué tipo de ciudad hay aquí”.
Tere Vale:
“Yo creo que en el fondo lo que está en juego es la capacidad de decidir de los adultos. Yo creo que a los jóvenes habría que hacerles cada vez más campañas de prevención del cigarro, los niños deberían estar recibiendo constantemente información para no volverse fumadores, pero si un adulto conciente decide fumar es una decisión que se tiene que respetar. Y tendría que haber restaurantes y bares de fumar o no fumar. Todo lo que implica una estandarización, uniformar a la sociedad a mí me parece muy peligroso. Le veo un riesgo totalitario, fascistoide, estalinista de no respeto a la capacidad de decidir que tenemos los seres humanos”.
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Otro de los argumentos más sólidos es la copia de los modelos extranjeros.
Xiuh Tenorio:
—Nuestra iniciativa cuida la salud de no fumadores y también de los fumadores. Es la única medida que puede reducir en más de un 25 por ciento el consumo del tabaco. De todo lo que se ha hecho en el mundo, porque es un problema que tenemos todas las naciones, la única medida que ha dado realmente resultados es esta. Todo lo demás son buenas intensiones.
—En qué países.
—En Uruguay se acaba de hacer en el nivel federal, muy similar al camino que está planteando la ley federal en México. Funciona en Argentina, funciona en varias ciudades de Estados Unidos, en varios países, como Francia e Inglaterra. España tiene el modelo en el que existen áreas de fumadores y no fumadores. Lo malo es que si tú permites esa posibilidad se van a declarar lugares de fumadores la gran mayoría. Y la meta no se cumple”.
Tomás Pliego:
—Nosotros no somos Canadá, nosotros no matamos focas. Y espero que nunca te4ngamos que informarle al gobierno cuántas botellas voy a comprar para una fiesta particular como sí sucede en Canadá. Tenemos nuestra historia, nuestra propia cultura. Podemos crear nuestras propias tendencias.
“Aprendemos las cosas que se puedan aprender de la experiencia mundial y aplicarlas a nuestras prácticas. No tenemos que copiarlas. Es que en Nueva York, en Washington. No somos Washington, no somos el imperio más grande en la historia de la humanidad. Debemos construir nuestra propia ruta”.
Tere Vale:
— La propuesta en España es en ese sentido. Y tú decides a dónde puedes ir. Y el propio dueño del restaurante decide qué giro seguir. Y cada quien hace lo que quiere hacer.
—¿Usted se imaginó que esto iba a suceder en México?
—Sí. Desde que empezaron los gringos, sí. Y la campaña ha sido feroz. En medios de comunicación, en las películas, los que fuman son los narcos, los serial killers, los malos. Todo lo que antes era al revés, porque fumar era muy sexy y muy glamoroso, o un símbolo de estatus social, eso se revirtió. Y los gringos tienen el control de nuestra manera de pensar. Lo que ellos dictan es lo que nosotros asumimos. Y ahora para ellos eso es malo y el mundo tiene que comprar esa idea.
“Yo soy una voz disidente, completamente convencida y decidida a dar la lucha, aunque me cuete mucho trabajo”.
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