28.11.07

La emotiva Navidad en Tabasco


Alguna vez por cuestiones de publicidad me puse a teclear esto.
Mmm. Es casi diciembre; no tan fuera de lugar.
Visitemos Tabasco.


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Miles de luces de colores inundan el espíritu navideño de todo el estado y la esperanza se renueva entre cánticos y alegría

Pedro Díaz G.

El mestizaje y las costumbres ancestrales han convertido a Tabasco en una región especialmente folklórica. Viajar al estado en diciembre es una experiencia única: es celebrar el nacimiento de Dios como si hubiera nacido ahí y crecido con ellos. Es saborear sus exquisitos chanchamitos y escuchar la música de los tamborileros, es sentir el frío de invierno y la humedad del trópico, es mirar las formas y los colores de los vestidos bordados que se pierden entre el verde del follaje.

Las emociones navideñas en Tabasco, México, se comienzan a vivir desde mediados de noviembre, cuando los tabasqueños se entregan al rito de las festividades e inician la compra de adornos que transforman no sólo las casas, sino la fisonomía de todo el estado.

Conforme se acerca la Navidad, las tiendas se surten de arbolitos, esferas, detalles navideños para el hogar; los vendedores salen a las calles con sus productos y surge por doquier la venta de nacimientos, con su sinfín de figuras y personajes.

Es época de agradables sentimientos, provocadora de felicidad o de nostalgia; sin duda, una de las fechas más importantes para tomar conciencia y reflexionar de nuestros actos a lo largo del año para mejorar al siguiente.

En Tabasco en noviembre se congrega toda la familia para aportar cada uno su toque personal al arreglo, ya sea en la colocación de un adorno, sobre todo en el árbol, o incluyendo algún personaje en el nacimiento. La tradición dicta de igual forma preparar el chocolate y tener listo el pan para agasajar a los presentes.

En esta reunión también se afinan detalles de las fiestas que vendrán, como las Posadas, la cena de Navidad y de año nuevo. Al iniciar diciembre se celebra una serie de festividades que comienzan con las preposadas, que inician el día 16 de diciembre y finalizan antes de la medianoche del día 24.

Se invita a familiares y amigos, se entonan cánticos que narran el encuentro de la Virgen María y San José con los dueños de las posadas, quienes les negaban cobijo, pero al identificarlos como los progenitores del Mesías, les brindan posada. En estas fiestas se degusta una variedad de bebidas típicas como el ponche de frutas, el chocolate caliente y el atole.

También se cuelga una piñata que los invitados rompen con un palo y a menudo con los ojos vendados. Simboliza los siete pecados capitales, ya que originalmente era una estrella de siete puntas, aunque hasta la fecha existen de las más variadas figuras.

Diciembre y sus fiestas son también motivo para conocer una cultura rica en tradiciones ancestrales. Visitar Tabasco es sin duda una excelente opción para experimentar unas vacaciones llenas de alegría y cultura.


Y comienza la fiesta...


Desde el primer día de diciembre, Villahermosa, como otras ciudades del estado, se convierte en escenario de diversos eventos alusivos a las fiestas navideñas. En las calles se siente este espíritu y todo se mueve entorno al Niño Jesús.

Se espera ya la activación del alumbrado público navideño, con más de 300 mil foquitos colocados en cientos de figuras que adornan Villahermosa durante todo el mes, además de los casi 30 nacimientos que se instalan en puntos estratégicos de la ciudad, a la espera de la simbólica llegada del Hijo de Dios.

No solamente en las casas, en las calles y los edificios Tabasco se llena de luz y color. Villahermosa se viste de fiesta para esperar a cientos de visitantes que llegan para ser testigos de tan esperado evento.

Otro de los lugares donde se acostumbra celebrar el comienzo de las fiestas es el parque Manuel Maestre, donde miles de luces multicolores adornan el monumental árbol de Navidad de 21 metros de altura.

Opciones turístico-culturales de Tabasco

Es la puerta hacia el mundo maya, cuna de la cultura olmeca, madre de Mesoamérica. Y como a los tabasqueños se les llama cariñosamente chocos, ¡qué tal en Villahermosa un paseo por el chocobús!, que brinda un interesante recorrido turístico por la ciudad en un par de horas.

Conozca el Parque-Museo La Venta, único en su género, que en un ambiente de selva exhibe las monumentales cabezas olmecas y los majestuosos altares de basalto, piezas representativas de la antigua civilización; todo, enclavado en la asombrosamente cosmopolita Villahermosa.

Desde el chocobús podrá admirar los majestuosos nacimientos que el gobierno, empresas privadas y las familias instalan por toda la ciudad. No se pierde esta tradición del siglo antepasado: montar un pesebre con figuras representativas del nacimiento de Jesús.

Es todo un arte la realización de los nacimientos: grupos de artesanos se entregan desde varios meses atrás para lucir su trabajo una sola vez al año. Visten a los personajes con ropa y ornamentos típicos de cada entidad. Hay familias famosas por sus montajes, como la don Ángel Gil Hermida, en Villahermosa, o la familia Trujillo, a lado del parque Hidalgo, también en la ciudad capital.

Durante la cena del 24 los tabasqueños se esmeran en preparar los mejores platillos. La riqueza de su gastronomía les ofrece una gran variedad de opciones, haciendo de la víspera de Navidad un acontecimiento digno de recordarse todo el año.

A pesar de que en la cena de Navidad se ha universalizado el consumo del pavo, aquí, en Tabasco, puede saborear delicias culinarias como camarones con coco, mojarra frita, empanadas de queso con azúcar, podrá deleitarse con la carne salada con chaya, los mejores ostiones de México, los camarones en verde, el puerco salado en hojas de yagua, los tamales de frijol negro con hojas de hierba santa, el pejelagarto —considerado “el eslabón perdido” entre un reptil y un pez— asado en salsa verde, el pescado en hojas tiernas de momo, el tepezcuintle curtido en hojas de naranja agria envuelta en hojas de plátano, la tortuga en su sangre y otros exquisitos platillos regionales para deleitar y satisfacer los gustos más exigentes.

Gastronomía, cultura, belleza, espíritu navideño y mucho más. Todo esto hace de Tabasco uno de los mejores destinos para pasar unas vacaciones decembrinas llenas de tradición y entretenimiento.

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