Por Pedro Díaz G. |
Tres sexenios bastaron para que el fantasma de la ilegitimidad volviera a rondar a la institución presidencial en México. De Carlos Salinas a Felipe Calderón. En 1988, el PAN aceptó, luego de marchas y movilizaciones encabezadas por Manuel J. Clouthier, establecer relaciones políticas con el presidente Salinas. Pero lo condicionó a que se legitimara en el ejercicio del poder. Ironías de la historia, ahora el reto se le plantea al PAN y a Calderón. Más de veinte millones de ciudadanos mexicanos que no votaron por él podrían ser una buena razón para atender el reclamo. Por ello no estaría de más echar un vistazo a las 15 razones que plantean intelectuales y politólogos.
• Sergio Aguayo, doctor en relaciones internacionales e investigador de El Colegio de México • María Luisa Aspe Armella, doctora en historia e investigadora de la Universidad Iberoamericana • Lorenzo Meyer, doctor en historia e investigador de El Colegio de México • Vidal Romero, doctor en ciencia política e investigador del ITAM. • Ilán Semo, candidato a doctor en historia e investigador de la Universidad Iberoamericana
•1.- Antes que nada, deberá hacer un deslinde que no necesita ser explícito, textual, pero sí con signos, del PAN. Si se quiere legitimar, tiene que partir de que será el presidente de todos los mexicanos. Un segundo deslinde importante sería con el neopanismo. Calderón por familia, por estructura y por trayectoria procede del panismo, no del neopanismo. Su vínculo con éste es coyuntural. Le urge hacer un deslinde entre este panismo histórico y el neopanismo. Me refiero al presidente de ese partido… no sólo al Yunque. (María Luisa Aspe Armella)
•2.- Deberá tener en su sexenio una política encaminada a esos sectores que la oposición dura tiene como base social.
El “primero los pobres” podría serlo. Podría. Pero resulta que ¿quién llevó a Calderón al poder? Desde luego que su partido, que es de derecha, desde luego que el presidente Fox, y desde luego que los empresarios, y desde luego que una parte de la Iglesia católica, y desde luego que el apoyo norteamericano. ¿Le van a dejar seguir una política de corte popular? Difícil, aunque no imposible. ¿Tendrá el empuje de hacer a un lado a sus apoyos, a los intereses creados? No es posible. Puede mitigar los efectos, pero legitimarse, no lo va a lograr. (Lorenzo Meyer)
•3.- Tiene que haber una transformación de las instituciones del antiguo régimen. Ni las instituciones electorales ni las jurídicas cuentan con la legitimidad para ser vistas como lo que deben ser: neutrales y autónomas. El IFE es un monstruo que nos está devorando. El Congreso tiene que desarrollar mecanismos de vigilancia muy puntuales sobre el IFE. Pero lo primero es que lo que dijo el Tribunal Electoral debe tener consecuencias jurídicas sobre quienes dirigieron al IFE. La sentencia no puede quedar sólo en un jalón de orejas. Ahí hay acusaciones gravísimas de probables delitos electorales cometidos por los consejeros del IFE. Lo que debería hacer Calderón en los primeros meses de su Presidencia es mostrar que la resolución del Tribunal tiene consecuencias legales. Investigaciones, construcción de casos. Si esto no sucede, iremos mal. (Ilán Semo)
•4.- Que Felipe Calderón integre, de acuerdo con el Congreso, una comisión independiente para hacer una evaluación imparcial sobre las irregularidades que tuvo el proceso electoral. Limpiar la elección es indispensable. (Sergio Aguayo)
•5.- Efectivamente mejorar la situación del empleo que fue su bandera de campaña con programas que den resultados a corto plazo. (Vidal Romero)
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